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Otra de los pilares fundamentales en mi vida, sin duda alguna, es Eva. MI trayectoria con ella, sin embargo, no ha sido larga, pero sí intensa, muy muy intensa. Lo cierto es que Eva y yo nos conocimos en el instituto, y ella no era más que una amiga normal hasta cuarto de la ESO. Sin embargo, a partir de primero de bachillerato nuestra relación cambió radicalmente, y ella misma me enseñó que una buena amistad no se define por duración, ya que en solamente dos años ha sido capaz de demostrarme lo que algunos no han podido en ocho años. La verdad es que, para mí, ahora mismo, Eva no es una amiga, es una hermana. Creo que es la persona más leal que he conocido nunca y que voy a conocer, ya que es una persona que sabe lo que necesitas antes de que incluso tú mismo lo sepas, y lo que más me ha marcado de ella es que siempre ha estado ahí para ayudarme, en las buenas, en las malas y en lo peor de lo peor. Además, tiene la capacidad de conseguir que yo me pueda abrir totalmente con ella y contarle absolutamente todo lo que ronda por mi cabeza en todo momento, y es por ese motivo que ella es la única que sabe todos mis secretos. Sé que con ella podría alargarme y nunca parar de escribir, porque me ha demostrado lo indemostrable y es por eso que nunca jamás quiero perderla, porque me encantaría seguir siendo parte de su vida siempre y hacerla tan feliz como ella me hace
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